SITUACIONES QUE SE ALTERAN POR LA ACCIÓN DE UN ALCOHÓLICO
1.- Cambios de papeles en la estructura familiar: desdibujando sus propios roles y modificando los de los demás, alteración de tareas y de responsabilidades. Obligando a sustituirle en funciones que no desempeña, tanto en la crianza, la responsabilidad, el aporte económico, las tomas de decisiones, la presión, el miedo y la violencia que se pudiera ajercer sobre otros miembros del sistema familiar.
Ejemplos: sustitución de la madre en las tomas de responsablidades cuando el paciente afectado es el padre, toma de responsabilidades del padre, cuando la afectada es la madre, asunción de roles de adulto por parte de hijos adolescentes.
2.- Dificultades para establecer rutinas y planificación de la familia por la acción del alcohólico, no poder contar con él, o la paciente, ante situaciones sociales, el día a día de la familia, creando incertidumbre e inseguridad sobre como se comportará en determinadas circunstancias.
3.- Los compromisos sociales se ven afectados con la presencia, o con la ausencia, del alcohólico, en función de que falla a los compomisos, hay que dar explicaciones, o bien si está presente y organiza conflictos derivados de su paranoidismo, su intolerancia, su agresividad.
4.- El ocio intra y extrafamiliar, se resiente con las actuaciones del alcohólico, sus indisposiciones, sus comportamientos anómalos o impredecibles, temor a hablar del problema con familiares y con extraños, es difícil aceptar invitaciones, restriccción de la actividad social, se dan excusas para no mantener actividades sociales en las que el paciente pueda complicar a la familia y quienes comparten un mismo espacio físico, la familia se encierra en sí misma y se perpetúa el consumo de alcohol.
5.- El alcohólico o la alcohólica tienen problemas de comunicación, por lo que dice o por lo que no dice, mantiene un mutismo absoluto frente a la sociedad, manteniendo en secreto una situación que se transformará en problema de larga evolución con dificultades de resolución. El problema alcohólico puede ser el único motivo de conversación y enfrentamientos, recriminaciones, problemas de convivencia, etc.
ALCOHOL, PROBLEMAS MARITALES Y VIOLENCIA DOMÉSTICA
En Gran Bretaña, un 50% de los matrimonios se separan con mayor facilidad por el problema de alcohol en la familia. Un 32% de los penados por violencia doméstica lo son por el consumo de alcohol y un 38% por el consumo de alcohol o drogas.
En Holanda, un 30% de la violencia contra las mujeres proviene de una pareja alcohólica.
En Portugal se estima que un 16% de los casos de violencia doméstica deriva del alcoholismo de alguno de los cónyuges.
PROBLEMAS PARA LOS MIEMBROS DE LA FAMILIA
1.- El esposo/a no bebedor: son personas con altos niveles de desorientación por la dificultad de adaptarse a las actitudes y conductas desconcertantes del afectado, que suele hacer la vida desagradable con frecuencia. Cuanto más grave es el problema, más difícil es actuar coherentemente y se tiene menor competencia para enfrentarse al mismo, por lo que desempeñan peor los papeles que le corresponden como parte de la familia o la pareja.
Un tercio de alcohólicos instrumentan su mal funcionamiento familiar como justificación para beber. Ese conflicto en el matrimonio puede tomar un cariz violento, por el uso de alcohol y las interpretaciones delirantes que se tienen de las actuaciones del otro, genera violencia
También se asocia el alcoholismo con el abuso sobre los niños (incestos, violaciones, etc.) siendo una razón más para mantener la conducta alcohólica, por la culpabilidad y las dificultades emocionales que genera. El alcohol genera violencia, en hombres y en mujeres, con incremento de las palizas por el uso del alcohol. El padre o la madre que no beben, disminuyen sus esfuerzos en lo que debe ser la educación de los hijos, padecen un sobreesfuerzo ya que el alcohólico requiere el máximo de energía, lo que podría hacer, un hijo que no entienda de qué va el problema, crea al cónyuge que no bebe tan culpable como el otro, planteando un confilcto de intereses al cónyuge que no bebe, además de geenerarles sentimiento de culpa de por qué el otro cónyuge bebe.
La co-dependencia, se define como la incapacidad del esposo/a de bebedor, a modo de encubrimiento del comportamiento destructivo de sus compañero bebedores, facilitando con esa actitud que ellos sigan bebiendo.
En la actualidad la co-dependencia se define patrón de dolorosa dependencia de los comportamientos compulsivos y de la aprobación de otros para intentar encontrar seguridad, autoestima e identidad. También se define como una enfermedad primordial, presente en cada miembro de una familia con adictos, que es a menudo peor que la propia enfermedad y que tiene sus propias manifestaciones físicas. Es una entidad diagnóstica curable. Se produce el fenómeno mucho más entre las mujeres. Como alternativa a la codependencia y posible tratamiento de la patología: el Derecho de las mujeres a vivir sin estar dominadas, ser tratadas con respeto, ser pagada igualitariamente con respecto a los hombres en sus trabajos, reestructurar las tareas de la casa y cuidado de los niños compartiéndolas con los hombres; enseñar a las mujeres que el desarrollo personal y la acción social son esenciales para que el cambio positivo en sus vidas, enseñarles a analizar y desarrollar la política y la legislación, partiendo de los personal y general hacia lo global, para que la relación sea lo más clara posible
La mujer de un bebedor está bajo presión psicoloógica, con problemas como ansiedad, depresión, baja autoestima.
Son personas que usan los servicios sociales y de salud, reciben múltiples tratamientos con ansiolíticos, antidepresivos, etc., para sobrellevar su carga y tratar de conseguir que el alcohólico no beba, o beba menos, incidiendo en todas las esferas de su vida: laboral, social etc.
Consecuencias: El compañero sigue bebiendo, la esposa sigue viviendo con él con los problemas que ello le acarrea. El bebedor deja de beber.
La relación se rompe, esto ocurre más entre marido no bebedor y esposa alcohólica, que en el caso contrario
1.- NIÑOS
El consumo de alcohol es un factor añadido a posibles abandonos de los hijos, aumenta el riesgo de afectarles por multitud de problemas, dependiendo de la edad. Los menores de cinco años son vulnerables por los posibles abandonos en el aspecto de su cuidado, mientras que los hijos mayores, son más vulnerables al daño psicológico, aunque los pequeños, también puedan padecerlo, las respuestas vienen condicionadas a la vinculación con su padre bebedor, impredecible, desconcertante y amenazante.
Un padre alcohólico socava las posibilidades de maduración de un hijo, por los abandonos físicos, psíquicos y morales.
Las consecuencias sobre los hijos pueden ser:
1.- Comportamientos antisociales: respuestas agresivas, hiperactividad, tendencia a la delincuencia y otros trastornos de conducta.
2.- Problemas emocionales y psicosomáticos diversos: asma, enuresis, actitudes negativas hacia los padres, alto grado de culpabilidad, retraimiento, depresión, disminución de autoestima.
3.- En el ambiente social: dificultades para el aprendizaje, retrasos en la lectura, pérdida de concentración, bajo rendimiento escolar, problemas de conducta y absentismo escolar
Los hijos toman las responsabilidades de los padres en múltiples ocasiones, se sienten avergonzados de sus padres, son incapaces de llevar amigos a casa, problemas en el colegio, recibir insultos, estar preocupados y carecer de concentración, miedo a ver lo que puede ocurrir en su casa cuando lleguen, ser testigos de riñas y peleas, sentirse culpables y responsables de la conducta de los padres, sentirse desesperado, indefenso, irritable, nervioso, deprimido, hundido, disgustado, confundido, solo, ansioso, enfadado, resentido, etc.
Normalmente el hijo que nace primero suele ser el "héroe" desempeñando papeles y responsabilidades de adulto, los segundos suelen ser los "chivos expiatorios" y se manifiestan más rebeldes, los terceros suelen ser los "niños invisibles o perdidos", que no suelen pedir mucho y suelen estar apartados y el cuarto es el "bromista inmaduro", caprichoso.
ABUSO Y ABANDONO
El consumo de alcohol por parte de alguno de los padres puede tener efectos negativos en los hijos, inclusive al nacer.
Problemas por el alcohol en el feto:
El SAF. (Síndrome alcohólico fetal) complica los siguientes aspectos: retraso en el crecimiento del feto, implicación en el SNC (anormalidades neurológicas, retraso en el desarrollo, daño intelectual, circunferencia cefálica por debajo del tercer nivel o microcefalia, deformaciones cerebrales, deformación facial característica),
El SAF es relativamente poco común, calculándose entre un 1,7 por 1000 y un 3,3 por 1000 en Francia y Suecia.
En alemania se calcula que al año, al menos nacen unos 2000 niños con SAF.
El SAF suele darse en madres bebedoras de más de 2 grs. de alcohol por kilo de peso y día, equivalentes a 15-18 UBEs, la aparición del SAF, se da más si se asocian factores genéticos, privación social, deficiencias nutricionales, tabaco, abuso de otras drogas. Problemas derivados de consumos relativamente bajos de alcohol, sufren incapacidades para el aprendizaje, problemas cognitivos y de conducta, pero no se puede relacionar exhaustivamente la relación causa efecto.
OTROS ABUSOS DE NIÑOS:
Un 17% de abusos en niños en Holanda lo fueron por padres alcohólicos, en Noruega se aproxima al 60%. En Portugal llega a un 49%, el abuso físico o emocional sobre niños en Italia es un 50%. En el Reino Unido e Irlanda del Norte, se calcula un 2,5 por mil de niños menores vinculados al abuso del alcohol.
El abuso doméstico entre padres alcohólicos en Gran Bretaña: violencia doméstica un 21%, abuso físico un 15%, alteraciones en las relaciones familiares un 7%. Escapadas del domicilio o de la escuela un 7%. Falta de vivienda 7%. Padres divorciados o separados 5%, abusos sexuales un 4%.
Algunas investigaciones sugieren que los factores principales que influyen en la problemática y en el grado negativo de la experiencia del niño son:
- La violencia: ser testigos de violencia aumenta el riesgo de que el niño sufra el tipo de problemas descritos.
- Conflicto en el matrimonio: incluso los conflictos no matrimoniales aumentan el riesgo de que los hijos padezcan varios problemas.
- Separación, divorcio y pérdida de los padres: éste es otro problema que afecta negativamente al hijo.
- Inconsistencia y ambivalencia en el cuidado de los padres: esto está relacionado con la impredecibilidad de vivir en un hogar con problemas de alcohol. Sobre todo en años anteriores, los niños tienen necesidad de una estructura, de cosas familiares, estables y predecibles.
1.- Cambios de papeles en la estructura familiar: desdibujando sus propios roles y modificando los de los demás, alteración de tareas y de responsabilidades. Obligando a sustituirle en funciones que no desempeña, tanto en la crianza, la responsabilidad, el aporte económico, las tomas de decisiones, la presión, el miedo y la violencia que se pudiera ajercer sobre otros miembros del sistema familiar.
Ejemplos: sustitución de la madre en las tomas de responsablidades cuando el paciente afectado es el padre, toma de responsabilidades del padre, cuando la afectada es la madre, asunción de roles de adulto por parte de hijos adolescentes.
2.- Dificultades para establecer rutinas y planificación de la familia por la acción del alcohólico, no poder contar con él, o la paciente, ante situaciones sociales, el día a día de la familia, creando incertidumbre e inseguridad sobre como se comportará en determinadas circunstancias.
3.- Los compromisos sociales se ven afectados con la presencia, o con la ausencia, del alcohólico, en función de que falla a los compomisos, hay que dar explicaciones, o bien si está presente y organiza conflictos derivados de su paranoidismo, su intolerancia, su agresividad.
4.- El ocio intra y extrafamiliar, se resiente con las actuaciones del alcohólico, sus indisposiciones, sus comportamientos anómalos o impredecibles, temor a hablar del problema con familiares y con extraños, es difícil aceptar invitaciones, restriccción de la actividad social, se dan excusas para no mantener actividades sociales en las que el paciente pueda complicar a la familia y quienes comparten un mismo espacio físico, la familia se encierra en sí misma y se perpetúa el consumo de alcohol.
5.- El alcohólico o la alcohólica tienen problemas de comunicación, por lo que dice o por lo que no dice, mantiene un mutismo absoluto frente a la sociedad, manteniendo en secreto una situación que se transformará en problema de larga evolución con dificultades de resolución. El problema alcohólico puede ser el único motivo de conversación y enfrentamientos, recriminaciones, problemas de convivencia, etc.
ALCOHOL, PROBLEMAS MARITALES Y VIOLENCIA DOMÉSTICA
En Gran Bretaña, un 50% de los matrimonios se separan con mayor facilidad por el problema de alcohol en la familia. Un 32% de los penados por violencia doméstica lo son por el consumo de alcohol y un 38% por el consumo de alcohol o drogas.
En Holanda, un 30% de la violencia contra las mujeres proviene de una pareja alcohólica.
En Portugal se estima que un 16% de los casos de violencia doméstica deriva del alcoholismo de alguno de los cónyuges.
PROBLEMAS PARA LOS MIEMBROS DE LA FAMILIA
1.- El esposo/a no bebedor: son personas con altos niveles de desorientación por la dificultad de adaptarse a las actitudes y conductas desconcertantes del afectado, que suele hacer la vida desagradable con frecuencia. Cuanto más grave es el problema, más difícil es actuar coherentemente y se tiene menor competencia para enfrentarse al mismo, por lo que desempeñan peor los papeles que le corresponden como parte de la familia o la pareja.
Un tercio de alcohólicos instrumentan su mal funcionamiento familiar como justificación para beber. Ese conflicto en el matrimonio puede tomar un cariz violento, por el uso de alcohol y las interpretaciones delirantes que se tienen de las actuaciones del otro, genera violencia
También se asocia el alcoholismo con el abuso sobre los niños (incestos, violaciones, etc.) siendo una razón más para mantener la conducta alcohólica, por la culpabilidad y las dificultades emocionales que genera. El alcohol genera violencia, en hombres y en mujeres, con incremento de las palizas por el uso del alcohol. El padre o la madre que no beben, disminuyen sus esfuerzos en lo que debe ser la educación de los hijos, padecen un sobreesfuerzo ya que el alcohólico requiere el máximo de energía, lo que podría hacer, un hijo que no entienda de qué va el problema, crea al cónyuge que no bebe tan culpable como el otro, planteando un confilcto de intereses al cónyuge que no bebe, además de geenerarles sentimiento de culpa de por qué el otro cónyuge bebe.
La co-dependencia, se define como la incapacidad del esposo/a de bebedor, a modo de encubrimiento del comportamiento destructivo de sus compañero bebedores, facilitando con esa actitud que ellos sigan bebiendo.
En la actualidad la co-dependencia se define patrón de dolorosa dependencia de los comportamientos compulsivos y de la aprobación de otros para intentar encontrar seguridad, autoestima e identidad. También se define como una enfermedad primordial, presente en cada miembro de una familia con adictos, que es a menudo peor que la propia enfermedad y que tiene sus propias manifestaciones físicas. Es una entidad diagnóstica curable. Se produce el fenómeno mucho más entre las mujeres. Como alternativa a la codependencia y posible tratamiento de la patología: el Derecho de las mujeres a vivir sin estar dominadas, ser tratadas con respeto, ser pagada igualitariamente con respecto a los hombres en sus trabajos, reestructurar las tareas de la casa y cuidado de los niños compartiéndolas con los hombres; enseñar a las mujeres que el desarrollo personal y la acción social son esenciales para que el cambio positivo en sus vidas, enseñarles a analizar y desarrollar la política y la legislación, partiendo de los personal y general hacia lo global, para que la relación sea lo más clara posible
La mujer de un bebedor está bajo presión psicoloógica, con problemas como ansiedad, depresión, baja autoestima.
Son personas que usan los servicios sociales y de salud, reciben múltiples tratamientos con ansiolíticos, antidepresivos, etc., para sobrellevar su carga y tratar de conseguir que el alcohólico no beba, o beba menos, incidiendo en todas las esferas de su vida: laboral, social etc.
Consecuencias: El compañero sigue bebiendo, la esposa sigue viviendo con él con los problemas que ello le acarrea. El bebedor deja de beber.
La relación se rompe, esto ocurre más entre marido no bebedor y esposa alcohólica, que en el caso contrario
1.- NIÑOS
El consumo de alcohol es un factor añadido a posibles abandonos de los hijos, aumenta el riesgo de afectarles por multitud de problemas, dependiendo de la edad. Los menores de cinco años son vulnerables por los posibles abandonos en el aspecto de su cuidado, mientras que los hijos mayores, son más vulnerables al daño psicológico, aunque los pequeños, también puedan padecerlo, las respuestas vienen condicionadas a la vinculación con su padre bebedor, impredecible, desconcertante y amenazante.
Un padre alcohólico socava las posibilidades de maduración de un hijo, por los abandonos físicos, psíquicos y morales.
Las consecuencias sobre los hijos pueden ser:
1.- Comportamientos antisociales: respuestas agresivas, hiperactividad, tendencia a la delincuencia y otros trastornos de conducta.
2.- Problemas emocionales y psicosomáticos diversos: asma, enuresis, actitudes negativas hacia los padres, alto grado de culpabilidad, retraimiento, depresión, disminución de autoestima.
3.- En el ambiente social: dificultades para el aprendizaje, retrasos en la lectura, pérdida de concentración, bajo rendimiento escolar, problemas de conducta y absentismo escolar
Los hijos toman las responsabilidades de los padres en múltiples ocasiones, se sienten avergonzados de sus padres, son incapaces de llevar amigos a casa, problemas en el colegio, recibir insultos, estar preocupados y carecer de concentración, miedo a ver lo que puede ocurrir en su casa cuando lleguen, ser testigos de riñas y peleas, sentirse culpables y responsables de la conducta de los padres, sentirse desesperado, indefenso, irritable, nervioso, deprimido, hundido, disgustado, confundido, solo, ansioso, enfadado, resentido, etc.
Normalmente el hijo que nace primero suele ser el "héroe" desempeñando papeles y responsabilidades de adulto, los segundos suelen ser los "chivos expiatorios" y se manifiestan más rebeldes, los terceros suelen ser los "niños invisibles o perdidos", que no suelen pedir mucho y suelen estar apartados y el cuarto es el "bromista inmaduro", caprichoso.
ABUSO Y ABANDONO
El consumo de alcohol por parte de alguno de los padres puede tener efectos negativos en los hijos, inclusive al nacer.
Problemas por el alcohol en el feto:
El SAF. (Síndrome alcohólico fetal) complica los siguientes aspectos: retraso en el crecimiento del feto, implicación en el SNC (anormalidades neurológicas, retraso en el desarrollo, daño intelectual, circunferencia cefálica por debajo del tercer nivel o microcefalia, deformaciones cerebrales, deformación facial característica),
El SAF es relativamente poco común, calculándose entre un 1,7 por 1000 y un 3,3 por 1000 en Francia y Suecia.
En alemania se calcula que al año, al menos nacen unos 2000 niños con SAF.
El SAF suele darse en madres bebedoras de más de 2 grs. de alcohol por kilo de peso y día, equivalentes a 15-18 UBEs, la aparición del SAF, se da más si se asocian factores genéticos, privación social, deficiencias nutricionales, tabaco, abuso de otras drogas. Problemas derivados de consumos relativamente bajos de alcohol, sufren incapacidades para el aprendizaje, problemas cognitivos y de conducta, pero no se puede relacionar exhaustivamente la relación causa efecto.
OTROS ABUSOS DE NIÑOS:
Un 17% de abusos en niños en Holanda lo fueron por padres alcohólicos, en Noruega se aproxima al 60%. En Portugal llega a un 49%, el abuso físico o emocional sobre niños en Italia es un 50%. En el Reino Unido e Irlanda del Norte, se calcula un 2,5 por mil de niños menores vinculados al abuso del alcohol.
El abuso doméstico entre padres alcohólicos en Gran Bretaña: violencia doméstica un 21%, abuso físico un 15%, alteraciones en las relaciones familiares un 7%. Escapadas del domicilio o de la escuela un 7%. Falta de vivienda 7%. Padres divorciados o separados 5%, abusos sexuales un 4%.
Algunas investigaciones sugieren que los factores principales que influyen en la problemática y en el grado negativo de la experiencia del niño son:
- La violencia: ser testigos de violencia aumenta el riesgo de que el niño sufra el tipo de problemas descritos.
- Conflicto en el matrimonio: incluso los conflictos no matrimoniales aumentan el riesgo de que los hijos padezcan varios problemas.
- Separación, divorcio y pérdida de los padres: éste es otro problema que afecta negativamente al hijo.
- Inconsistencia y ambivalencia en el cuidado de los padres: esto está relacionado con la impredecibilidad de vivir en un hogar con problemas de alcohol. Sobre todo en años anteriores, los niños tienen necesidad de una estructura, de cosas familiares, estables y predecibles.